La importancia de un relacionista público con licencia
- José Soto Colón, Ph.D.
- Jun 14
- 2 min read

Un relacionista público licenciado no es simplemente un título: es un profesional formado integralmente que aporta conocimientos, experiencia y ética esencial para construir, proteger y potenciar la imagen de marcas, instituciones o personas. Por tal motivo, hay tener en cuenta lo siguiente a la hora de contratar a esa persona que nos guíe en algún proyecto.
1. Formación y credibilidad profesional
Un licenciado en relaciones públicas ha cursado una carrera universitaria especializada: domina desde comunicación estratégica y gestión de crisis hasta relaciones con medios y ética profesional. No es una etiqueta vacía, sino una garantía de que posee conocimientos sólidos y actualizados.
2. Estrategia basada en análisis y objetivos
No se trata de “hacer ruido” o simplemente viralizar contenidos. Un profesional licenciado diseña planes comunicacionales estructurados, con metas claras, audiencias identificadas y KPIs precisos para medir el éxito (alcance, impacto, reputación).
3. Gestión de crisis con metodología
Cuando llega una crisis —una polémica, un incidente o mala prensa— no basta con apagar incendios improvisando. El relacionista público licenciado sabe cómo aplicar protocolos serios: anticipación, monitoreo, respuesta oportuna, coordinación con voceros y manejo de seguimiento. La diferencia entre recuperar o perder credibilidad.
4. Relaciones con medios y networking
El título universitario suele ir acompañado de una red de contactos: periodistas, blogueros, influyentes, canales de comunicación institucional. Esto facilita el acceso a espacios relevantes, entrevistas, notas en medios de prestigio, y campañas con alcance garantizado.
5. Ética y responsabilidad social
El enfoque del profesional licenciado va más allá del “marketing a secas”. Está obligado a actuar conforme a códigos de conducta: veracidad, respeto, transparencia y aporte social. Eso no solo refuerza la reputación del cliente, también construye confianza y sostiene relaciones duraderas con audiencias.
6. Adaptación a nuevos canales y audiencias
Hoy día no basta con enviar un comunicado a la prensa tradicional. Las redes sociales, podcasts, newsletters y eventos digitales forman parte del ecosistema. Un relacionista público licenciado tiene la versatilidad para conectar con audiencias heterogéneas en diferentes plataformas, respetando su cultura, lenguaje y formato.
7. Resultados medibles y retorno de inversión
Un profesional licenciado no solo crea campañas; también evalúa su efectividad y presenta resultados tangibles: métricas de reputación, engagement, alcance, menciones, sentimiento público y hasta retorno económico. Eso permite justificar su labor e invertir con inteligencia.
Por tal motivo, contar con un relacionista público licenciado no es un gasto: es una inversión estratégica. Su formación integral, visión ética, capacidad de gestión de crisis, dominio de plataformas digitales y enfoque basado en resultados convierten su trabajo en un activo fundamental. No solo construye imagen: la fortalece, la cuida y la hace crecer de forma sostenible.








Comments